lunes, 17 de diciembre de 2007

DIÁLOGOS

(Residencia geriátrica. Un anciano, enfermo de alzheimer, aprovecha un instante de lucidez para hablar con su esposa, también recluida allí.)
Déjame decirte algo… No, no me interrumpas, porque si lo haces, si lo intentas siquiera, quedarán por decir tantas cosas que quizá no valga la pena que vuelva a intentarlo. Hoy me han vuelto las palabras claras de ayer, y debo aprovechar este momento. Quiero decirte algo que lleva anidando mucho tiempo en mi interior y que amenaza con borrarse en cualquier momento, por eso no puedo arriesgarme a que me interrumpas y emigren mis palabras como golondrinas de otoño. Escúchame atentamente, pero no como haces siempre, haciendo ver que me escuchas pero con la mirada perdida. Escúchame bien porque sólo lo diré una vez, así que presta atención. No, te he dicho que no me interrumpas, haz el favor. Si empezamos otra vez, lo dejo. Así ya no puedo seguir. ¿De qué me sirve tenerte a mi lado si rehúyes mi mirada, si me escuchas sin voz, si me besas sin labios, si me abrazas sin lazos? No, no hace falta que contestes, ahora es mi turno, ya te lo he dicho. Tú sólo escucha lo que voy a decirte. Después, si quieres, hablas tú. Pero ahora déjame, porque si no se me irá, y volveré de nuevo a la rutina de zombi en que me he convertido. Hoy voy a decirte que… que… En fin, no sé, ya se me ha ido… Pero sé que era importante, porque me ha quedado un sabor amargo en el estómago. No, amor, no es de las pastillas.

Antiguos comentarios:

Ahora que sé que el canto se ha ido
me pregunto ¿cómo viviré en este encierro?
mi voz se ha apagado y mis dedos no responden
reposan insolentes lejos de tu rostro
que ya no sonríe para mí
que ya no vive conmigo...
Enviado por mujerdelluvia 13/08/06 20:45
Bienvenida... mujer de lluvia, a esta humilde morada. Gracias por la confianza. Me encantará tenerte por aquí... Un beso.
Enviado por esteruca 14/08/06 11:50

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