EL AMOR EN LOS TIEMPOS DE... LA GRIPE A

En este momento, en España despedimos las vacaciones de verano y volvemos de nuevo al trabajo, a los estudios, a las preocupaciones cotidianas… Este año, por primera vez, a estas preocupaciones se nos suma otra: la gripe A. Hasta ahora, a salvo tras el aparente antídoto que proporciona el calor del verano, no hemos sido demasiado conscientes del avance de esta nueva enfermedad (hasta este momento sólo se han producido 27 muertos en nuestro país, que es una cifra bastante modesta comparada con la de otros estados), pero con la llegada del frío se dispararán los contagios (y, muy probablemente, la cifra de fallecidos), tal como ha sucedido en otros países (como Argentina) que han sufrido ya los rigores del invierno.

Personalmente, estoy preparada para tener que llevar mascarilla todo el invierno, si hiciera falta; dejar una distancia más que prudencial al hablar con alguien, evitar acudir a lugares donde se reúna mucha gente, lavarme las manos de continuo hasta agotar todas las reservas de jabón habidas y por haber, pero lo que llevaría muy mal es tener que evitar tocarnos o besarnos.

Si los peores augurios se confirman y tenemos que adoptar una medida tan drástica, ¿qué será del amor sin contacto, sin sonrisas, sin abrazos, sin besos? ¿Seremos capaces de transmitir amor desde la triste asepsia que nos espera? Menos mal que, por lo menos, nos quedará el consuelo de las miradas, que tendremos que esforzarnos en reeducar y cuyo significado tendremos que aprender a descifrar como nunca.

Me temo que vamos a pasar una temporada muy fría, helada diría, y no me refiero sólo al tiempo…

Si alguien ha pasado ya por el trance y le apetece contar su experiencia, se lo agradeceremos infinitamente (para saber lo que nos espera o lo que no).