Hace tiempo que no escribo. Hace tiempo que perdí mis letras. Te las llevaste lejos, contigo, sin saberlo. Al marcharte te siguieron en silencio como niños encantados por las notas mágicas de tu flauta.
Y yo me quedé aquí, primero confiando en que pronto volverían; después, extrañando que tardaran tanto y, hoy, apurando las que quedaron rezagadas y logré recuperar, y que no me sirven más que para suplicar torpemente que me devuelvas el resto.
Si alguna vez te asomas a este espacio vacío, a esta hoja en blanco, y lees esto, sabrás cuánto las necesito. No te pido que te quedes, de sobras sé que en tu horizonte ya no ondea mi bandera, tan sólo que las conduzcas hasta la frontera y les muestres dulcemente el camino de vuelta.
Ellas harán el resto.
4 comentarios:
Me alegra saber que solo se fueron algunas letras... Renovaste tu imagen y exploraste nuevos mundos, quizás la viejas letras no encuentren el camino de vuelta, pero aun así puedes construir un nuevo abecedario.
No lo dudes, Sergi. Si algo sé hacer bien, es resurgir una y otra vez de mis cenizas. ;)
De todas formas, tranquilo, ya sabes que, en literatura, la realidad es un diminuto caramelo enterrado bajo gruesas capas de ficción.
Me alegra que sigas visitándome.
Un abrazo
Amiga que bueno que escribes otra vez... asi como tu sabes hacerlo... intenso... a crear tus propias letras y ponerlas a bailar. Un besote.
El tema de la incapacidad de escribir siempre da mucho juego. ;)
Besos, Mary.
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