Adiós, amiga.
Me despido de ti
como quien ve alejarse un barco
con el mayor tesoro.
Como quien pierde un tren
que no debió dejar marchar
y que ya nunca más
podrá alcanzar.
Adiós, amiga.
Me despido de ti
y de la vida,
que se me escapa hoy a borbotones,
como las lágrimas.
Adiós, amiga.
Me despido de ti
y del amor,
que me mantuvo viva cerca de ti.
Adiós, amiga.
Gracias,
simplemente,
por haber estado
siempre
ahí.
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