Espérame en la orilla de tu mar
cuando atraque en el puerto la tristeza.
Espérame en tu mar de espuma juguetona
y olas tibias de caricias.
En tu mar, seré tu abrigo.
En mi mar, serás sirena.
Espérame en la costa al naufragar
y seré el viento que amaine tempestades
en las tardes perfumadas de risas y anís.
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