Un lugar donde dar rienda suelta al duende de la literatura que todos llevamos dentro.
jueves, 27 de diciembre de 2007
UNA PALABRA SOLA
Una palabra tuya bastaría para sanarme. Me redimiría de esta pena que me has impuesto y de la que no sé la causa. ¿Qué pude hacer para merecer tal castigo? ¡Hasta el ser más ruin y miserable de la tierra tiene derecho a saber por qué se le condena!
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