martes, 20 de enero de 2009

BLANCA FELICIDAD

Hacía tiempo que no pisaba nieve. Este domingo pasado aproveché para hacer una excursión y reencontrarme con esta vieja amiga.


Felicidad en estado puro.


Huellas de algún jabalí que pasó por allí antes que nosotros.

4 comentarios:

Mary dijo...

Hola Ester, que divino!!!! esa blanca felicidad se nota jajaja... Tocar, ver, sentir la nieve es una sensaciòn indescriptible y para los de este lado del charco que la tenemos solo en una montaña muy alta del paìs, es algo màgico... Un abrazo

Anónimo dijo...

Jejeje, se nota que disfruté como una chiquilla, ¿verdad?
En mi zona, la nieve tampoco es demasiado habitual, por eso me apetecía tanto pisarla.
Besos

PIZARR dijo...

Que enviadia senti al verte entre la nieve.

El 27 de diciembre pude yo disfrutar un ratillo cerca de Bilbao, pero lo que más echo de menos son los fines de semana en Formigal que pasabamos mi hija y yo, hasta que hubo que dejarlo... a la fuerza.

En fin...

Tienes toda la razón en el tema de los libros, es impresionante el mercadeo que se traen y como engañan a la gente.

Y es cierto como me dices, por lo menos en mi caso, que el arte y la belleza sanan mi alma.

Un beso

Anónimo dijo...

Hola, Pizarr, compañera...
Si estuviera en mi mano, te mandaba ahora mismo una ráfaga amable de copos de nieve para contemplar desde la ventana... Seguro que te levantaba el ánimo.
Un abrazo a dos bandas