Ahora resulta que no es necesario ser un escritor o escritora de éxito, de aquellos que venden millones de ejemplares, para ser plagiado.
Últimamente, este tema me lleva algo de cabeza. Imaginad mi sorpresa al descubrir algunos de mis textos pululando por Internet como huérfanos sin madre. Cualquiera puede hacerse eco de cualquier texto y colgarlo donde quiera, pero hay que tener presente siempre que es requisito indispensable, para no infringir derechos de autor (y, por tanto, buscarse un follón legal), citar a su autor o autora. Mucha gente omite esta información sin ser demasiado consciente de su importancia, pero hay personas que no sólo omiten este dato importantísimo sino que, para más inri, ¡se atribuyen los textos e incluso se permiten el lujo de modificarlos a su antojo! Y por ahí sí que no paso...
Así que a tod@s aquell@s que paséis por aquí os digo que, si os gustan mis textos y queréis darles difusión en vuestros blogs, páginas web, cartas, mails, etc., no hay ningún problema; por mí encantada. Pero recordad que debéis citarme siempre como autora de ellos. Es lo mínimo, ¿no os parece?
Un beso a tod@s
Algunos ejemplos:
2 comentarios:
Es lamentable, pero es más frecuente de lo que imaginamos. Lamento que te veas en esta situación. Solo queda denunciar como haces en tu post.
Un saludo
Gracias, Lu:
Es una sensación extraña, entre el halago y la mala leche. :)))
Un abrazo
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