Por desgracia, en estos momentos, tienen demasiados problemas encima como para pararse a contemplar la belleza de las flores. El pueblo japonés, cuyo temple admiro, ha sido sacudido por la naturaleza hasta límites insospechados y, aun así, son capaces de mantener la compostura. Sin duda, todo un ejemplo de entereza para otras naciones, incluida la nuestra.
Saldrán adelante. Nadie lo duda, pero el precio puede que sea demasiado elevado...
Cada vez que veo un cerezo en flor, no puedo evitar acordarme de ellos y sentir cierta vergüenza por poder disfrutarlo, tranquilamente, mientras ellos luchan por cubrir sus necesidades básicas.
Soy atea, pero por ellos rezaré. Rezaré por que este admirable pueblo se recupere lo antes posible y pueda volver a la normalidad y a disfrutar de los pequeños placeres de la vida.
1 comentario:
Amiga, comparto ese sentimiento, el pueblo japones tiene una fortaleza e integridad que los ayudaran a salir adelante; lograron llegar tan lejos despues de dos bombas nucleares, que seguro seguiran luchando y saldran adelante. Un besito
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