Ara fa un any, en un dia fred però no tant com
avui, que em glaça l’ànima, tu i jo, nosaltres, passejàvem el nostre amor per
Saragossa alienes a que, un any després, o sigui, avui, hauríem de recordar-lo
amb tristor. Recordo cada pas que vam donar, cada anada i tornada per aquell pont
en que ens paràvem a fer fotos que immortalitzaven la nostra felicitat, fotos com
la que contemplo avui amb una barreja de
nostàlgia i pena. I tant que ho recordo! Recordo cada pas que vam donar i
sobretot la teva manera de mirar-me. Quantes vegades t’havia dit a cau d’orella:
“Si algun dia deixes de mirar-me així, hauré de deixar-te. Ho saps, oi?”. I tu,
amb aquells ulls amb els que encara somio de vegades, em responies: “Això no
passarà mai. Sempre estarem juntes”. Mai
i sempre són paraules que odio des de
fa vuit mesos, des de que es van buidar de significat per a mi, des de que tu
ja no hi ets darrere d’elles...
Ahora hace un año, en un día frío pero no tanto como hoy, que me hiela el alma, tú y yo, nosotras, paseábamos nuestro amor por Zaragoza ajenas a que, un año después, o sea, hoy, tendríamos que recordarlo con tristeza. Recuerdo cada paso que dimos, cada ida y vuelta por aquel puente en que nos deteníamos a hacer fotos que inmortalizaban nuestra felicidad, fotos como la que contemplo hoy con una mezcla de nostalgia y pena. ¡Y tanto que lo recuerdo! Recuerdo cada paso que dimos y sobre todo tu forma de mirarme. ¿Cuántas veces te había dicho al oído: “Si algún día dejas de mirarme así, tendré que dejarte. Lo sabes, ¿verdad?”. Y tú, con aquellos ojos con los que aún sueño en ocasiones, me respondías: “Eso no pasará nunca. Siempre estaremos juntas”. Nunca y siempre son palabras que odio desde hace ocho meses, desde que se vaciaron de significado para mí, desde que tú ya no estás tras ellas...
Ahora hace un año, en un día frío pero no tanto como hoy, que me hiela el alma, tú y yo, nosotras, paseábamos nuestro amor por Zaragoza ajenas a que, un año después, o sea, hoy, tendríamos que recordarlo con tristeza. Recuerdo cada paso que dimos, cada ida y vuelta por aquel puente en que nos deteníamos a hacer fotos que inmortalizaban nuestra felicidad, fotos como la que contemplo hoy con una mezcla de nostalgia y pena. ¡Y tanto que lo recuerdo! Recuerdo cada paso que dimos y sobre todo tu forma de mirarme. ¿Cuántas veces te había dicho al oído: “Si algún día dejas de mirarme así, tendré que dejarte. Lo sabes, ¿verdad?”. Y tú, con aquellos ojos con los que aún sueño en ocasiones, me respondías: “Eso no pasará nunca. Siempre estaremos juntas”. Nunca y siempre son palabras que odio desde hace ocho meses, desde que se vaciaron de significado para mí, desde que tú ya no estás tras ellas...
2 comentarios:
Que bonito escribes !!
He decidido- con tu permiso- pasarme de vez en cuando por aquí, a ver si se me pega algo .....☺️☺️☺️☺️
Muchas gracias por visitar mi pequeña isla. Regresa a ella cuando quieras. Serás siempre bienvenida. :)
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