Qué difícil resulta explicarse cuando el corazón late
desbocado, cuando en lugar de las palabras correctas solo afloran de mi boca
silencios que, al momento, son malinterpretados.
No, el que calla no siempre otorga, a veces simplemente
está bloqueado.
Haga lo que haga, diga lo que diga, ya has decidido que
mi sentimiento por ti es solo un espejismo.
Puedo decirte cien veces que te quiero, que no quiero
perderte, y no te basta, cegada como estás en acusarme de no negar una
afirmación.
Quizá, en ese preciso momento en que esperas una
respuesta, yo intento comprender el porqué de esa pregunta y por qué no te vale
lo anterior.
Pero tienes razón, es mejor ponerle remedio ahora que este
sentimiento, aunque hermoso, es apenas un esbozo, algo parecido al amor…
Hoy este tren de largo recorrido se detiene, para siempre, en la estación.
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